viernes, 30 de octubre de 2015

REQUIEM POR EL VIEJO DEL PITO



Escribió: Héctor J. Izquierdo Acuña
Celestino Martín Camacho
Cada pueblo, por insignificante que este sea, tiene su historia; de hecho, no existe lugar de la geografía terrestre que no la tenga, ni tampoco aquel que no haya construido sobre esa base una identidad individual.
Morón no es la excepción. Con una historia llena de acontecimientos, personajes y lugares que lo caracterizan, muchos de ellos aún permanecen desconocidos para gran parte de sus habitantes.
Los topónimos son algunas de las cuestiones que más dudas sugieren, pues no pocos se han perdido con el paso del tiempo: ese que todo lo transforma, de tal manera que hoy se desconoce con certeza la circunstancia de su origen. Tal es el caso del llamado Callejón del Pito.

viernes, 23 de octubre de 2015

Pedro Guillermo Subiráts Quesada: de la pedagogía a la jurisprudencia.



Autor: Héctor J. Izquierdo Acuña
Pedro G. Subiráts Quesada
Larga resulta la impronta dejada por numerosos profesionales del derecho a lo largo de la historia moronense.
Aún se recuerdan personalidades que descollaron por su accionar en pro del desarrollo del Morón desde aquellos lejanos tiempos en que, en 1855, se estableció la primera Escribanía Pública en la entonces villa.
Figuras como la de los doctores en derecho Augusto Venegas Muiña, Aníbal Rodríguez, Segismundo Cervantes y Pedro Guillermo Subiráts Quesada, a quien nos referiremos a continuación, entre muchos otros que harían demasiado extensa la relación, no pueden soslayarse dentro de la cultura y la historia de Morón por sus aportes en los más diversos campos del saber y su actividad pública.

Combate de La Ceja, bautizo de fuego de la Revolución del 68 en Ciego de Ávila



Escribió: Héctor J. Izquierdo Acuña.
Nicolás Hernández Moreno
El descontento de los cubanos con la política del gobierno español llegó a su máxima expresión cuando fueron rechazadas sus demandas reformistas en la Junta de Información. España hacía caso omiso a las aspiraciones cubanas y lejos de hacer concesiones, elevaba aún más los impuestos y, por último, enviaba a ocupar el cargo de Capitán General de la Isla al déspota Francisco Lersundi y Ormachea.