Escribió: Héctor Izquierdo Acuña
Corrían las primeras horas de aquel frío y lluvioso sábado
12 de noviembre de 1898, cuando las tropas del Ejército Libertador al mando del
coronel Juan Pedro de la
Rosa Quijano y Benito entraban a Morón, luego de permanecer
acampados durante varios días en la finca Mangos de Subirats y en Sitio Orozco,
en espera de la retirada de los militares españoles.
Allí, una comisión integrada por América Peñaranda Machado, Rita
Borroto Companioni y Laura Dulzaides del Cairo, junto a otras patriotas
moronenses, les facilitó ropas, alimentos y medicinas, porque muchos soldados
eran víctimas del paludismo, el tifus y la disentería. En esta humana labor, el
doctor Pedro Sánchez de las Cuevas prestó gratuitamente sus servicios médicos.