viernes, 11 de noviembre de 2016

Noviembre 12 de 1898: aniversario 118 de la entrada de los mambises a Morón



Escribió: Héctor Izquierdo Acuña

Corrían las primeras horas de aquel frío y lluvioso sábado 12 de noviembre de 1898, cuando las tropas del Ejército Libertador al mando del coronel Juan Pedro de la Rosa Quijano y Benito entraban a Morón, luego de permanecer acampados durante varios días en la finca Mangos de Subirats y en Sitio Orozco, en espera de la retirada de los militares españoles.
Allí, una comisión integrada por América Peñaranda Machado, Rita Borroto Companioni y Laura Dulzaides del Cairo, junto a otras patriotas moronenses, les facilitó ropas, alimentos y medicinas, porque muchos soldados eran víctimas del paludismo, el tifus y la disentería. En esta humana labor, el doctor Pedro Sánchez de las Cuevas prestó gratuitamente sus servicios médicos.

El arribo de las tropas a la población se desarrolló en el mayor orden, y el entusiasmo de todo el pueblo moronense era indescriptible. La vanguardia cubana, que hacía su entrada por el antiguo cementerio, en las confluencias de las calles Libertad y Luz Caballero, pudieron ver los últimos soldados españoles que cruzaban por la calle Martí, rumbo a la estación de ferrocarril, ubicada entonces en esa arteria, esquina a Serafín Sánchez.  

Recuerda en su diario el coronel Quijano, que eran las dos de la tarde cuando la sección a bajo su mando entró en la entonces villa de Morón por la calle Príncipe Alfonso, (hoy Libertad), mientras que por la calle Real (hoy Martí), venía otra a las órdenes del comandante Braulio Sánchez Valdivia. Venían como pareja de descubierta los Sargentos Manuel Ruíz Esperón y Belarmino Díaz Delgado, y la mayoría de los 108 libertadores que les acompañaban procedían del Regimiento Expedicionario
Otro grupo se mantuvo acantonado en Manguito, cerca del actual poblado de Ciro Redondo, a las órdenes del coronel Irene de Jesús Cervantes Salcedo, del teniente coronel Amado Cervantes Madrigal y otros oficiales del Ejército Libertador.
Asimismo, y al igual que el 19 de mayo de 1895, cuando se levantó en armas el coronel Nicolás Hernández Moreno, el Tocayo, la primera bandera cubana que ondeó en Morón, enarbolada  por las tropas mambisas al mando del coronel Quijano aquel 12 de noviembre de 1898, también fue obra de las delicadas manos de la patriota moronense América Peñaranda.

Al entrar la caballería por la calle Príncipe Alfonso, los hermanos Pastor y Miguel Pastor Salgado, comerciantes españoles propietarios de la tienda La Flor Cubana, y habían colaborado en el Club Revolucionario Máximo Gómez a favor de la causa cubana, tomaron una tabla de cedro de más de cinco metros de longitud, escribieron la palabra Libertad, y la colocaron horizontalmente en la pared de la tienda. Por tal acontecimiento, el 29 de septiembre de 1900, y para perpetuar la iniciativa de los hermanos Pastor Salgado, esta calle recibió el nombre de Libertad.
Pero una libertad conculcada por la oportunista intervención en la guerra de los Estados Unidos, no era lo que esperaban los dignos hombres que este día entraron a Morón; enfermos, depauperados, con humildes vestiduras, con el valor y la emoción que la ansiada libertad que honrosamente creían conquistada los embargaba.
El generalísimo Máximo Gómez, receloso de la intervención y ocupación norteamericana que vendría de inmediato, el 8 de enero de 1899 escribió en su Diario de Campaña: “Los americanos están cobrando demasiado caro, con la ocupación militar del país, su espontánea intervención en la guerra que con España hemos sostenido por la libertad y la independencia…”
Para después continuar:
“Tan natural  y grande es el disgusto y el apenamiento que se siente en toda la Isla, que apenas el pueblo ha podido expansionarse celebrando el triunfo de la cesación del poder de sus antiguos dominadores… La situación pues que se le ha creado a este pueblo, de miseria material y de apenamiento por estar cohibido en todos sus actos de soberanía es cada día más aflictiva, y el día que termine tan extraña situación, es posible que no dejen los americanos aquí ni un adarme de simpatía…”
Cuando se conmemora el aniversario 118 de la entrada de las tropas mambisas a Morón, aquel 12 de noviembre de 1898, una tarja rememora el histórico acontecimiento, para homenajear a aquellos hombres que, a lo largo de tres décadas, ofrendaron hasta su vida en aras de la libertad de Cuba del yugo colonial.

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